sábado, 1 de marzo de 2014

LAS GRASAS y LA EM


ALIMENTACIÓN

Cuando recién se tiene el diagnóstico de Esclerosis Múltiple, pasan muchas cosas por la cabeza de los pacientes y una pregunta que se escucha en el consultorio habitualmente es ¿Qué debo comer Doctora?, investigando un poco el tema, existen muchas dietas relacionadas con la EM, pero en si todas coinciden en que deben ser bajas en grasas saturadas y ricas en grasas mono y poliinsaturadas.

Una de las dietas más famosas es la Dieta Swank, que se basa justamente en este último precepto.

Entonces dentro de los cambios que se deben realizar cuando se padece esta enfermedad, ademas de un cambio en el estilo de vida, con reducción del estrés, descanso adecuado, actividad física y una actitud positiva, se encuentra la dieta.

Existen estudios a favor y en contra con respecto a el consumo de ácidos grasos, se cree que hay un déficit de Ácido Linoleico en la EM, por esta razón se proponen estas dietas ricas en ácidos grasos poliinsaturados.

También debemos tener en cuenta en cuanto a la dieta que un desayuno nutritivo, bajo en grasas, y muchos carbohidratos complejos como las papas con cáscara al horno y el arroz integral en otras comidas, ayudarán a mantener constantes los niveles de energía durante todo el día. No aumentar de peso, por lo que es importante controlar el consumo de energía mientras se asegura que la dieta está equilibrada, con el fin de obtener el consumo adecuado de todos los nutrientes.

Dentro de la dieta se debe restringir las grasas saturadas a un 5% del total de calorías.


Tampoco consumir alcohol, café, carnes rojas, azúcar blanca, leche entera, crema, galletitas, cookies, chocolate, biscochos. 

Si se debe aumentar y consumir, grasas mono y poliinsaturadas, como aceite de pescado, girasol, nueces.



También como otros complementos de la dieta se recomienda consumir:

Selenio: nueces de Brasil. levadura de cerveza, germen de trigo.
Cereales integrales que contienen vitamina B y fibras.
Legumbre con alto valor energético.
Vitamina C, en frutas y vegetales.
Vitamina E en el germen de trigo.

Estas dietas ayudan a mantener la energía y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Ninguna de las mismas reemplaza los tratamientos médicos existentes, por eso también es importante consultar a sus neurólogos de cabecera cuando piensen en cambiar sus hábitos alimenticios.

Muchas gracias.




Dra. Judith Steinberg



Bibliografía

1. Swank RL, Brewer DB. The Multiple Sclerosis Diet Book. A low-fat diet for the treatment of 
MS. New York: Doubleday; 1987.p.111 - 37.
2. Swank RL, Goodwin JW. How saturated fats may be a causative factor in multiple sclerosis and other diseases. Nutrition. 2003 ;19(5):478.
3. Hibbeln JR, Salem N Jr. Dietary polyunsaturated fatty acids and depression: when cholesterol 
does not satisfy. Am J Clin Nutr. 1995;62(1):1-9




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