domingo, 27 de julio de 2014

TRASTORNOS DE ANSIEDAD






La Esclerosis Múltiple es una enfermedad crónica y por lo tanto presenta trastornos realacionados con la ansiedad y depresión. Le hago llegar partes de un artículo que fue publicado en una revista científica sobre este tema.

Las enfermedades crónicas provocan cambios significativos en la vida de los pacientes que afectan la calidad de vida y el bienestar y requieren la aplicación de estrategias de afrontamiento que permitan superar la nueva situación. Lamentablemente, cerca del 30% de los individuos no logran adaptarse al padecimiento de una enfermedad crónica.

La acomodación exitosa requiere que el paciente sea capaz de desempeñarse de manera adaptativa. Además, es necesaria la ausencia de trastornos psicológicos, la presencia de un nivel bajo de sentimientos negativos y alto de sentimientos positivos y de un funcionamiento adecuado y la satisfacción y bienestar respecto de otros dominios vitales.


Mantenimiento de una vida activa a pesar del efecto de las citoquinas
Los pacientes con enfermedades crónicas deben superar los síntomas fisiológicos característicos de los procesos inflamatorios e infecciosos para conservar su actividad. Dichos síntomas son inespecíficos e incluyen la debilidad, el malestar, la dificultad de concentración, la depresión y el letargo, entre otros.
Los efectos psicológicos del cuadro descrito son mediados por citoquinas proinflamatorias como el factor de necrosis tumoral alfa y el interferón alfa. Esto se observa en presencia de diabetes y cáncer, entre otras enfermedades, y contribuye con la aparición de depresión, ansiedad, trastornos mnésicos y otras afecciones.
Las citoquinas también mediarían la inactividad y la angustia inducida por enfermedades como la artritis reumatoidea. En estos casos, el bloqueo de las citoquinas proinflamatorias mejora el desempeño y la calidad de vida. Es decir, estas sustancias constituyen un obstáculo para la adaptación psicológica a las enfermedades crónicas. 
La inactividad conductual puede considerarse adaptativa durante episodios agudos. No obstante, a largo plazo tiene consecuencias adversas que afectan el afrontamiento psicológico de la enfermedad.




Regulación emocional


La ansiedad, la depresión y otras emociones negativas son características habituales en pacientes con enfermedades crónicas.

El modo de afrontamiento de dichas emociones influye sobre la adaptación a la enfermedad. La regulación de las emociones incluye dos categorías. En primer lugar, se menciona la evitación y la inhibición de las emociones, que resulta maladaptativa y puede empeorar el curso de la enfermedad. En cambio, la expresión y el conocimiento de las emociones pueden permitir una adaptación adecuada a la nueva situación. No obstante, también es posible que la experimentación de malestar afecte la regulación de las emociones.

Según lo informado en estudios prospectivos efectuados en comunidades de América del Norte y Europa occidental, el empleo de estilos evitativos de regulación de las emociones impide la adaptación psicológica a la enfermedad crónica. No obstante, en pacientes pertenecientes a culturas asiáticas, los estilos de regulación de emociones no expresivos resultaron ventajosos. Se sugiere que la coincidencia entre el estilo propio y el estilo predominante en la cultura de pertenencia determina el carácter adaptativo o maladaptativo de regulación de las emociones. Más aun, la mera expresión no controlada de las emociones sin procesar puede resultar maladaptativa, mientras que su expresión y procesamiento es beneficioso.

La expresión de las emociones puede mejorar la adaptación a la enfermedad crónica. El efecto negativo de la evitación y la falta de expresión de las emociones responde a mecanismos fisiológicos y psicológicos. La falta de resolución de las emociones generadas por el padecimiento de una enfermedad crónica puede afectar la salud de forma negativa mediante la activación del sistema nervioso simpático, entre otros mecanismos. Además, la inhibición de las emociones retrasa la búsqueda de atención y afecta la comunicación con el profesional y la adhesión al tratamiento.

El beneficio relacionado con el conocimiento y la expresión de las emociones requiere un cierto nivel de procesamiento. La habituación y la reestructuración cognitiva son mecanismos positivos que pueden lograrse mediante la expresión de las emociones negativas. Además, la expresión emocional puede disminuir el malestar, permitir la recuperación del equilibrio psicológico y fisiológico y favorecer la interacción social con los demás. De acuerdo con lo antedicho, las intervenciones destinadas a mejorar el estilo de regulación de las emociones resultan beneficiosas para que el paciente se adapte al padecimiento de una enfermedad crónica.




Habilidades personales de adaptación a las 

enfermedades crónicas 

El manejo de la adaptación a la enfermedad crónica por parte del paciente implica la habituación a responsabilidades respecto de la toma de medicamentos, los cambios del estilo de vida y la conducta entre otros aspectos.

De acuerdo con lo hallado en diferentes estudios, el cumplimiento de hábitos saludables en caso de enfermedad crónica se asocia con beneficios físicos en términos sintomáticos y funcionales, entre otros. No obstante, el beneficio psicológico de la capacidad personal de adaptación a las enfermedades crónicas no se comprende totalmente.
Según lo informado, la adhesión de los pacientes al plan de cuidado personal una vez diagnosticada la enfermedad crónica generalmente es baja. Dicho plan puede resultar dificultoso ya que en general implica un cambio del estilo de vida. La imposibilidad de cumplimiento afectaría la adaptación psicológica a la nueva enfermedad.

La depresión mayor es un factor de riesgo de incumplimiento de pautas de cuidado personal. Según lo referido en estudios anteriores, la aparición de depresión afecta el cumplimiento del tratamiento en pacientes con diabetes y otras enfermedades crónicas. No obstante, aún no se comprende la relación causal entre el cuidado personal y la adaptación psicológica a la enfermedad.

La ansiedad también puede afectar la habilidad personal para cumplir con las pautas de cuidado personal necesarias. Aun en ausencia de depresión o ansiedad clínica, los individuos con enfermedades crónicas pueden presentar malestar psicológico que indica una falla en la adaptación.
De acuerdo con los hallazgos efectuados en trabajos anteriores, existe una asociación bidireccional entre el bienestar y la adhesión a las pautas de cuidado personal. El estado de ánimo adecuado favorece el compromiso con el estilo de vida saludable. A su vez, los pacientes que practican el cuidado personal refieren una mejoría de su bienestar. Estos hallazgos pueden tener consecuencias terapéuticas ya que los sujetos se ven beneficiados al mejorar su habilidad para resolver problemas y efectuar tareas dirigidas a un objetivo.

Procesamiento cognitivo

La calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas generalmente es inferior respecto de lo observado en sujetos sanos. No obstante, la diferencia es menor o nula al considerar los aspectos relacionados con la salud mental. El efecto negativo de la enfermedad sobre el bienestar puede contrarrestarse mediante diferentes estrategias cognitivas.
La experiencia de enfrentarse con una enfermedad crónica puede no ser totalmente negativa. Por ejemplo, se informó que los pacientes que presentan enfermedades crónicas refieren mejoría en la apreciación de la vida, aumento de la determinación, cambio de prioridades y mejoría en las relaciones interpersonales. Se halló una correlación entre las experiencias positivas asociadas con las enfermedades crónicas y algunas variables demográficas como la menor edad.

El crecimiento y la apreciación de un beneficio relacionado con el padecimiento de una enfermedad crónica pueden constituir una estrategia cognitiva de compensación ante los aspectos negativos de la situación. El diagnóstico puede asociarse con un cambio de los parámetros internos de salud y otros aspectos de la calidad de vida. También es posible observar un nuevo orden de prioridades que permite mantener un nivel aceptable de calidad de vida.

Los hallazgos mencionados resultan importantes en términos terapéuticos. La terapia cognitivo conductual incluye la aplicación de estrategias destinadas a lograr una actitud optimista ante la enfermedad. Alentar a los pacientes para que identifiquen las ventajas de la aparición de la enfermedad o cambien la actitud para mejorar su funcionamiento puede resultar útil. En muchos casos, los individuos hallarán un nuevo equilibrio al centrarse en los aspectos positivos de la enfermedad.


A medida que aumenta la expectativa de vida y progresa el conocimiento médico, se incrementa la prevalencia de enfermedades crónicas. En estos casos, la adaptación psicológica a la nueva situación resulta fundamental. Si bien la mayoría de las investigaciones sobre la adaptación a las enfermedades crónicas se efectuaron para explicar las dificultades psicológicas que tienen los pacientes, existen trabajos que indican cómo éstos mantienen un estilo de vida favorable. Muchos de ellos logran adaptarse a los cambios que impone una enfermedad crónica.

La comprensión de la necesidad de adaptación a largo plazo ayuda a afrontar la disminución de las actividades. Dicha adaptación permite confrontar y trabajar sobre la aparición de emociones negativas inducidas por la enfermedad y poner en práctica la habilidad personal para mejorar la condición de vida. La superación de las consecuencias negativas de la enfermedad puede resultar en el hallazgo de beneficios.




La adaptación psicológica no debe ser impuesta al paciente ya que se corre el riesgo de generar estrategias maladaptativas de afrontamiento de la enfermedad. Resulta más provechoso centrar la terapia en la mejoría de la autonomía y la participación activa en el tratamiento de la enfermedad.

Debe considerarse que la adaptación psicológica requiere que el paciente enfrente la realidad de estar crónicamente 
enfermo y se esfuerce por adecuarse a la nueva situación. 

La presencia de trastornos psicológicos indica la necesidad de aplicar el tratamiento correspondiente con el objetivo de favorecer la adaptación a la enfermedad crónica. En el resto de los casos, se recomienda alentar a los individuos a que participen en actividades placenteras, reconozcan las emociones generadas por la enfermedad y se comprometan con el cuidado personal.






Autor: Dres. de Ridder D, Geenen R, Kuijer R, van Middendorp H Lancet 372(9634):246-255, Jul 2008

sábado, 12 de julio de 2014

Retomemos la dieta...OMEGA 3...




HOY OMEGA 3...


La Esclerosis Múltiple es una enfermedad crónica e inmunológica, que provoca la destrucción de la mielina, provocando deterioro en el sistema nervioso, con diferentes síntomas como perdida del equilibrio, la visión falta de coordinación, fatiga, problemas para orinar, etc. Son muy variados los síntoma que esta enfermedad provoca. Actualmente no tiene cura, pero hay muchas medicaciones que se utilizan cada vez con diferente eficacia..
Para complementar los tratamientos médicos estos deben acompañarse de una dieta adecuada, ejercicio físico y también espacio para el ocio y esparcimiento para no caer en otros trastornos como depresión, angustia y estrés. 
A esto hay que agregarle mantener un peso adecuado, no fumar y no abusar de bebidas alcohólicas.

Dentro de las dietas se recomienda consumir alimentos ricos en Omega 3, coenzima Q10 y Creatina, que mejoran el funcionamiento de las mitocondrias que son pequeñas organelas intracelulares que son las que aportan energía al organismo.

Otros alimentos importantes son aquellos que tienen vitamina B1, B12, B6.

Por último una vitamina que no debe faltar en los pacientes que presentan Esclerosis Múltiple es la Vitamina D.

En las diferentes entradas iremos repasando cada uno de estos importantes elementos de la dieta. 


Omega 3

Los ácidos omega 3 son ácidos grasos escenciales que nuestro organismo no puede fabricar y que por tanto deben obtenerse de los alimentos. 
El omega 3 es fundamental para nuestra salud, disminuyendo la propensión a padecer coágulos de sangre, lo que beneficia y protege al corazón, favoreciendo nuestro cerebro al estimular la concentración y el rendimiento, disminuyendo la depresión y mejorando la eliminación.


PESCADOS
Los pescados azules son los alimentos más ricos en omega 3 que podemos encontrar, siendo una excelente fuente para obtener este aceite esencial. Entre ellos los mejores son las sardinas, un pescado que además resulta muy económico.

Otros pescados azules ricos en 
omega 3 son las anchoas, el salmónel bacalao y el arenque, todos muy fáciles de incorporar a nuestra dieta para disfrutar de su gran aporte nutricional. Al ser pescados altos en grasa, conviene consumirlos solo dos veces a la semana. 


MARISCOS
Paso 2 de 7 - <p>Y si disfrutas de los alimentos de mar te gustar&aacute; saber que, adem&aacute;s del pescado azul, <strong>los mariscos</strong> tambi&eacute;n son <strong>alimentos ricos en omega 3</strong>, con un gran aporte de este &aacute;cido graso esencial. Las langostas, cangrejos, gambas y langostinos son excelentes alternativas si buscas a&ntilde;adir el omega 3 a tu dieta. </p><p>Foto: recetasdiarias.com</p>Y si disfrutas de los alimentos de mar te gustará saber que, además del pescado azul, los mariscos
también son alimentos ricos en omega 3, con un gran aporte de este ácido graso esencial. Las langostas, cangrejos, gambas y langostinos son excelentes alternativas si buscas añadir el omega 3 a tu dieta.


YEMA DE HUEVO
Paso 3 de 7 - <p>La <strong>yema del huevo</strong> es otro alimento de origen animal muy rico en &aacute;cidos omega 3. Sin embargo es bueno recordar que debido a su contenido de colesterol, no es bueno consumirlo a diario y al hacerlo lo mejor es optar por opciones ligeras como <a href="http://comida.uncomo.com/video/como-hacer-huevos-duros-883.html">el huevo duro</a> o <a href="http://comida.uncomo.com/receta/como-hacer-huevos-poche-19132.html">el huevo poche</a>.</p><p>Foto: eladerezo.hola.com </p>
La yema del huevo es otro alimento de origen animal muy rico en ácidos omega 3. Sin embargo es bueno recordar que debido a su contenido de colesterol, no es bueno consumirlo a diario y al hacerlo lo mejor es optar por opciones ligeras como el huevo duro o poche.


ACEITES VEGETALES
Paso 4 de 7 - <p>Los <strong>aceites vegetales</strong> son una excelente fuente de <strong>&aacute;cidos grasos omega 3</strong>. De todos el que m&aacute;s contiene es el aceite de lino o linaza, seguido del de canola, nuez, el de soja, el de germen de trigo y el de avellana, que pueden incorporarse en la dieta en platos como ensaladas y salteados de vegetales. </p><p>Foto: buenasalud.com </p>
Los aceites vegetales son una excelente fuente de ácidos grasos omega 3De todos el que más contiene es el aceite de lino o linaza, seguido del de canola, nuez, el de soja, el de germen de trigo y el de avellana, que pueden incorporarse en la dieta en platos como ensaladas y salteados de vegetales.



SEMILLAS
Paso 5 de 7 - <p>Si disfrutas a&ntilde;adiendo <strong>semillas</strong> a tu dieta debes saber que algunas de ellas son <strong>alimentos ricos en</strong> <strong>omega 3</strong>, como las semillas de chia, altamente populares, las semillas de lino o linaza o las semillas de salvia. Puedes a&ntilde;adirlas a los cereales, yogures y ensaladas y recibir sus muchos beneficios. </p><p>Foto: salud180.com </p>
Si disfrutas añadiendo semillas a tu dieta debes saber que algunas de ellas son alimentos ricos en omega 3, como las semillas de chia, altamente populares, las semillas de lino o linaza o las semillas de salvia. Puedes añadirlas a los cereales, yogures y ensaladas y recibir sus muchos beneficios.

FRUTOS SECOS

Paso 6 de 7 - <p>Los <strong>frutos secos</strong> son una gran fuente de grasas beneficiosas para el cuerpo, que favorecen nuestra salud card&iacute;aca. Pero adem&aacute;s son alimentos ricos en omega 3, las nueces, las almendras, las avellanas y las casta&ntilde;as contienen este <strong>&aacute;cido graso esencial</strong> que tanto beneficia nuestra salud. </p><p>Foto: eladerezo.com </p>
Los frutos secos son una gran fuente de grasas beneficiosas para el cuerpo, que favorecen nuestra salud cardíaca. Pero además son alimentos ricos en omega 3, las nueces, las almendras, las avellanas y las castañas contienen este ácido graso esencial que tanto beneficia nuestra salud.


Paso 7 de 7 - <p>Otros alimentos ricos en omega 3 son la lechuga, la soja, la espinaca, el br&oacute;coli, las coles y el pepino. </p><p>Adem&aacute;s se puede consumir este aceite graso a trav&eacute;s de suplementos como el aceite de pescado o las c&aacute;psulas de omega 3. </p>
Otros alimentos ricos en omega 3 son la lechuga, la soja, la espinaca, el brócoli, las coles y el pepino.








Además se puede consumir este aceite graso a través de suplementos como el aceite de pescado o las cápsulas de omega 3.


Muchas gracias!!