jueves, 28 de noviembre de 2013

EM en MOVIMIENTO



MOVILIDAD EN EM

Cada persona asigna su propio valor a la palabra movilidad: para algunas, significa correr grandes distancias o hacer largas caminatas; para otras implica poder caminar y realizar las actividades diarias de forma habitual. No importa qué significa «movilidad» para cada uno: la capacidad de trasladarnos de un lado a otro es importante para todos.

EM y el daño a las fibras nerviosas
La esclerosis múltiple (EM) afecta a las células nerviosas o neuronas, encargadas de transmitir los mensajes desde el cerebro hacia el resto del cuerpo, y viceversa.
Se considera que en la EM el sistema inmunológico del organismo ataca y destruye la vaina de mielina que rodea al nervio. Este daño a los nervios debilita, deforma o bloquea los mensajes que se transmiten. Como resultado, la comunicación entre el cerebro y las diferentes partes del cuerpo se altera y causa diversos síntomas.
Los síntomas específicos varían de acuerdo con los nervios afectados. Es común que el daño impacte en fibras nerviosas que controlan el equilibrio, los músculos esqueléticos y el ojo, causando debilidad muscular, problemas de coordinación y alteraciones visuales que pueden limitar las posibilidades de movimiento.

QUÉ PUEDE AFECTAR LA MOVILIDAD
Un síntoma o la combinación de varios síntomas y déficits causados por la EM pueden afectar la movilidad.

Fatiga:
  •  La fatiga se suele describir como una sensación de cansancio excesivo sin un motivo aparente.
  • En la EM la fatiga es el resultado de una combinación de diferentes factores: daño al sistema nervioso central causado por el proceso de la enfermedad, trastornos del sueño, y falta de hábito de ejercicio físico derivado de las limitaciones en el movimiento impuestas por la enfermedad.
  • La fatiga puede provocar además la pérdida de equilibrio, de la visión o de la concentración.
  • Independientemente de cualquier patología, la fatiga se presenta, por ejemplo, después de un esfuerzo o por falta de sueño. Sin embargo, cuando está vinculada con la EM resulta mayor en relación al tipo de actividad que se está realizando.
Cambios y problemas de la visión:
  • El daño a las vías nerviosas que controlan el movimiento ocular puede causar una falta de coordinación entre los dos ojos, lo que resulta en visión doble o movimientos oculares espasmódicos.
  • La inflamación del nervio óptico puede causar el desarrollo de dolor, alteraciones del color o visión borrosa durante unos pocos días.
Espasmos musculares y espasticidad:
  • La espasticidad es un aumento anormal del tono muscular, que provoca dificultad en el movimiento.
  • En la EM es el resultado del daño a las neuronas cuyos axones descienden de la corteza cerebral a lo largo de la médula espinal, donde se conectan a las neuronas de los nervios periféricos. Si la espasticidad es muy grave, el músculo puede estar tan rígido como para evitar el movimiento.
  • La persona con EM a menudo experimenta dolor repentino de contractura muscular que dura minutos y que determina movimientos involuntarios, especialmente de las extremidades inferiores. Este fenómeno se define como un espasmo muscular.
Debilidad muscular:
  • La debilidad muscular es causada por la transmisión ineficiente de los impulsos a lo largo de los nervios dañados en la médula espinal.
  • La debilidad en los brazos y las piernas puede provocar dificultad para caminar o que las piernas se sientan pesadas.
  • La debilidad muscular se asocia a menudo con fatiga. También puede ocurrir después de realizar ejercicio o levantar/cargar objetos pesados.
Pérdida del equilibrio y mareos:
  • Mareos, pérdida del equilibrio y por lo tanto el aumento del riesgo de caídas, son el resultado de daños en los circuitos neuronales en el cerebro, que integran la información sensorial (del ojo y del oído interno, por ejemplo) y que son necesarios para mantener el equilibrio.
  • Otros síntomas como temblores o espasmos musculares también pueden influir en el equilibrio como consecuencia de que los músculos de las piernas no responden como deberían a las señales del cerebro.
Temblores:
  • El temblor es un movimiento incontrolable que se puede producir en diversas partes del cuerpo. Es causado por un daño en el área del cerebro responsable del equilibrio, el movimiento y la postura.
  • Por supuesto que no todos los temblores se relacionan con la EM.
Cambios en la sensibilidad y dolor:
  • El daño a los nervios puede causar sensaciones anormales como ardor, dolor, sensación de “descarga eléctrica”, entumecimiento u hormigueo.
  • Otros síntomas como debilidad muscular, espasticidad y dificultad en el equilibrio afectan la postura, lo cual también puede provocar dolor.

Cómo manejar la fatiga


Hay muchas maneras de facilitar el manejo de las actividades cotidianas cuando la movilidad se ve afectada. Estas sugerencias pueden ayudar a ahorrar energía y, de ese modo, sentir menos fatiga.
Organizar la cocina y los utensilios
  • Guardar los artículos que se utilizan con más frecuencia en sitios fáciles de alcanzar y para los que no es necesario estirarse o agacharse.
  • Disponer las ollas y las sartenes cerca de la cocina.
  • Utilizar bandejas o carritos para mover elementos pesados o en cantidad.
Preparar las comidas
  • Procurar que el área donde se cocina esté suficientemente iluminada y ventilada.
  • Reunir todo lo necesario para cocinar y sentarse mientras prepara la comida.
  • Optar por alimentos que no requieran demasiada elaboración.
  • Preparar más comida de la necesaria para un día y guardar una parte en el congelador para consumirla en otra oportunidad.
  • Deslizar los utensilios pesados en lugar de levantarlos.
Realizar la limpieza del hogar
  • Efectuar la limpieza en varias etapas y no de una sola vez.
  • Alternar tareas pesadas de limpieza con otras más livianas.
  • De ser necesario, agregar extensiones a los cepillos para no estirarse o agacharse.
Lavar la ropa
  • Acumular cierta cantidad de ropa y realizar uno o dos lavados en vez de hacer varios con mayor frecuencia.
  • Recoger la ropa en cestos y, si es posible, llevarla al lavadero en un carrito con ruedas.
  • Sentarse para planchar y, si es posible, ajustar la tabla a la altura que quede más cómoda.
Vestirse
  • Antes de acostarse, se recomienda dejar lista la ropa para el día siguiente.
  • Siempre que sea posible, sentarse mientras se viste.
  • Al vestirse, comenzar por la parte más débil, y al desvestirse, empezar por la parte más fuerte.
  • Utilizar un calzador de mango largo para evitar agacharse.
  • Usar prendas fáciles de colocar y quitar, por ejemplo con cierres de velcro. De esa manera, vestirse y desvestirse resulta más sencillo.
Bañarse
  • Acomodar los artículos de tocador cerca de la bañera o ducha.
  • Usar barras de apoyo para entrar y salir de la bañera o ducha.
  • Si es posible, usar una silla al bañarse o ducharse.
  • Evitar baños con agua muy caliente porque pueden aumentar la sensación de fatiga.
  • En el caso de utilizar bañera se puede medir la temperatura del agua con un termómetro para corroborar que no se encuentre muy caliente.
Subir las escaleras
  • Al subir, pisar con la pierna más fuerte primero y, al bajar, pisar con la pierna más débil primero. De este modo, la pierna más fuerte hace el trabajo de elevación y descenso.
Cuidar a los niños
  • Al alzar a un niño, asegurarse de usar siempre los músculos de las piernas y de los brazos en lugar de los correspondientes a la espalda.
  • Bañar, cambiar y vestir a los niños ubicándolos a la altura de la cintura.
  • En lo posible, utilizar pañales descartables.
El escritorio
  • Ajustar la altura del escritorio y de la silla para mantener la postura adecuada.
  • Usar una silla con un buen respaldo.
  • Disponer los archivadores, computadora y otros equipos de modo que resulte fácil llegar a ellos.
  • En lo posible, usar teléfonos con función «manos libres» para conversaciones largas.
La EM y el trabajo
La EM no se presenta igual en todos los pacientes: mientras unos podrán seguir trabajando como lo hacen habitualmente, otros tendrán que efectuar ciertos cambios y ajustes.
Si no es posible continuar con la profesión, una posibilidad es realizar trabajos de voluntariado o de beneficencia. De este modo, se hace algo positivo y gratificante para uno mismo y los demás, al mismo tiempo que es una forma de estar activo y en contacto con otras personas.
Salir, trasladarse y viajar
  • Cuando se está en casa, utilizar algún dispositivo de movilidad a fin de ahorrar energía para las salidas preferidas.
  • Si es la primera vez que va a algún lado, averigüe previamente con qué instalaciones cuenta el lugar. Un mapa o diagrama pueden ayudar a planificar la salida de forma más eficaz. ¿Hay ascensores, escaleras fijas, escaleras mecánicas o rampas?
  • Si puede conducir, lo ideal es que el vehículo sea automático, ya que si siente las piernas débiles, ayudará a conservar su independencia.
  • Si se va a viajar en avión, tren o colectivo, también es importante planificar con anticipación: asegurarse que cuenta con tiempo suficiente para hacer las conexiones. También es de utilidad conocer si hay ascensores o rampas en caso de que las necesite.
Salir de compras
  • Antes de ir al almacén, supermercado, verdulería, etc. preparar una lista de los artículos que se necesitan. También es útil planificar los menús.
  • Es recomendable ir a las mismas tiendas porque ya sabe dónde se encuentran los distintos artículos.
  • Siempre que sea posible, realizar las compras por internet o usar servicios de envío a domicilio.
  • En el caso de las compras en farmacias, muchas de éstas cuentan con servicio de entrega a domicilio.


Actividad aconsejada


Cabe señalar que una actividad, por muy útil en un sentido general, puede estar contraindicada en ciertas condiciones. Por esta razón es fundamental consultar con el médico especialista antes de emprender una rutina de ejercicios físicos.
Natación y ejercicios aeróbicos acuáticos
Las actividades acuáticas son muy recomendables para las personas con EM, ya que el agua ayuda a mantener los músculos activos, sin excesiva fatiga, y a trabajar los grupos musculares que serían difíciles de mover fuera del agua. La temperatura del agua no debe ser muy alta, para no aumentar la sensación de fatiga.
Caminata simple y marcha
Caminar a un ritmo constante  en el piso o en una cinta. La versión con bastones (que se denomina “caminata nórdica”) permite moverse de forma más completa, incluso la parte superior del cuerpo. Los bastones ayudan a que el paso sea más seguro, aún para quienes tienen dificultades de equilibrio.
Bicicleta
Es una gran actividad aeróbica que se puede realizar si no se tienen problemas de equilibrio. De lo contrario, es preferible optar por la práctica en bicicleta fija.
Yoga
Es un ejercicio suave y particularmente útil para estimular la movilidad y la fuerza. Las posturas, la respiración y la meditación también ayudan a  disminuir el estrés. Para acercarse al yoga es recomendable buscar  cursos diseñados específicamente para personas con EM.
Tai-Chi
Esta disciplina oriental trabaja mucho en la respiración y consiste en movimientos lentos y armoniosos que mejoran el equilibrio.
Gimnasia aeróbica de bajo impacto
Las clases de ejercicios aeróbicos normalmente ofrecidos por los gimnasios pueden ser recomendables siempre y cuando sean de bajo impacto y que no impliquen saltar.
Pilates
Pilates puede ser una actividad recomendada por sus efectos positivos para el equilibrio y el mantenimiento de una postura correcta.
Actividad física adaptada
Consiste en programas especialmente diseñados para personas con EM. Algunos de ellos son promovidos por asociaciones de pacientes o instituciones que brindan asistencia al paciente.



VIDEO DE EJERCICIOS DE ELONGACION 

¡HASTA LA PROXIMA! ¡LOS ESPERO! Dra. Judith Steinberg

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