sábado, 20 de diciembre de 2014

FATIGA



La fatiga es el síntoma más común de la esclerosis 
múltiple y, en muchos casos, se convierte en uno de los 
peores, ya que puede llegar a repercutir enormemente 
en la calidad de vida de los afectados.


Como otros síntomas, muchas veces es difícil distinguir la
fatiga derivada de la esclerosis múltiple, ya que también 
puede estar causada por otros factores. 

Aún no se conoce la causa exacta del cansancio como síntoma de la enfermedad, aunque sí se puede combatir y superar de diferentes formas, con el objetivo de que no repercuta negativamente en la vida diaria de los pacientes.

Las personas con esclerosis múltiple que sufran fatiga
deben, en primer lugar, detectar la fuente de este 
cansancio.



Existen diferentes causas a evaluar antes de determinar que 
se trata de un síntoma de la esclerosis múltiple. 
Así, primero, hay que valorar otros factores que pueden incidir en el cansancio como el clima, los medicamentos que toma el paciente, los trastornos de sueño, o la depresión y el estrés.

Si se descartan estas causas y si el cansancio está, 
vinculado a la EM, existen tres tipos de fatiga:

  • La fatiga relacionada con problemas de movilidad: 

La esclerosis múltiple puede provocar que actividades fáciles
y cotidianas se conviertan en un sobreesfuerzo para los 
afectados, y por lo tanto, produzcan cansancio.
Entre los problemas de movilidad destacan la ataxia,
relacionada con la falta de coordinación muscular, y la
espasticidad, vinculada a la rigidez de los músculos. 
Estas dificultades pueden tratarse mediante estiramientos o
con equipos que faciliten la movilidad del paciente.
  • La fatiga relacionada con problemas respiratorios: 

Uno de los síntomas más graves de la esclerosis múltiple es 
su incidencia en la respiración del paciente. Esto provoca 
que cualquier actividad pueda llegar a agotar y aumente el 
cansancio. Para tratar este tipo de fatiga, se puede recurrir a 
ejercicios de respiración para mejorar el funcionamiento de 
los pulmones o a un terapeuta ocupacional que le aconseje 
sobre aparatos que ayuden a respirar.
  • Fatiga primaria de la EM: 

Se trata de un diagnóstico por eliminación, cuando ya se ha 
comprobado que las otras dos causas no son la fuente del 
cansancio.
 En el caso de la fatiga primaria, la causa no está 
identificada, y por lo tanto, determinar un tratamiento es 
más complicado.


Las soluciones se basan en estrategias marcadas por 
especialistas y en medicamentos recetados.


Muchas veces, algunos cambios en el estilo de vida 
pueden ayudar a mitigar dicho cansancio.

Medidas tan simples como:


  • seguir una dieta saludable, 
  • dejar de fumar, 
  • tener un horario planificado de actividades, 
  • mantener el cuerpo a una temperatura fresca,  
  • realizar ejercicios de relajación.


Pueden ayudar de manera sorprenderte a reducir el nivel de fatiga, sin necesidad de soluciones médicas.




Si todos estos recursos no son suficientes y la fatiga sigue 
repercutiendo en la vida de la persona, se debe recurrir a un 
experto en equipo adaptativo, que evalúe su estado y cree 
las denominadas


Estrategias de Eficacia de Energía (EEE)

Así, según la situación, creará un programa de ejercicios 
aeróbicos, le aconsejará posibles cambios en sus aparatos 
para que le sean de máxima ayuda, valorará modificaciones en el ambiente de la casa del paciente y de su puesto de trabajo para mejorar su calidad de vida.

La fatiga es uno de los tres síntomas que más les afecta, y que su repercusión en la vida cotidiana es significativa, aunque fluctuante. 
Así, se confirma una vez más que la 
fatiga es uno de los principales síntomas de la EM.

2 comentarios:

  1. y las causas de la fatiga pueden ser diferentes en cada acceso?

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    1. Las causas de la fatiga aún no queda del todo clara, si se relaciona mucho con el calor, pero no tendrían que ver con cada brote, gracias por tu pregunta. Saludos. Dra. Steinberg

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