TRABAJO Y EM
El 40% de las personas que padecen esclerosis múltiple
siguen trabajando 20 años después de la aparición de los primeros síntomas.
En
la actualidad, existen fármacos, nuevos tratamientos y una importante
sensibilidad social con los afectados por la enfermedad. Todo ello hace que
abandonar el empleo no sea siempre la primera opción. La clave está en el
propio paciente. Nadie conoce mejor que el paciente los síntomas de la
enfermedad y cómo puede manejar las crisis. Esto debería darle los elementos
para tomar una decisión.
Lo más importante es que, si ese es su deseo, siga
trabajando.
En la mayoría de casos, el diagnóstico de la esclerosis
múltiple se da cuando el paciente sufre una crisis importante de síntomas. Por
ello, es muy normal que esto suceda durante una baja laboral, o que esta se
solicite poco después de que el médico haya diagnosticado la enfermedad.
El trabajo productivo puede ser una actividad que satisfaga
al paciente, siempre que los síntomas se lo permitan. Si se está trabajando
cuando tiene lugar el diagnóstico, es importante informarse de qué política
sigue la empresa en casos como este.
Si se dispone de un seguro de salud, es
importante conocer qué beneficios aporta. En general, los fármacos y los
tratamientos que se conocen hoy en día pueden ayudar a la persona con EM a
llevar una vida laboral lo más normalizada posible.
Algunas de las facilidades que pueden ofrecer a las personas
con EM en su puesto de trabajo son mayor facilidad para el aparcamiento (si
necesita desplazarse en un coche adaptado), un horario más flexible y adaptado,
herramientas ergonómicas o unos periodos de descanso que se adapten a sus
necesidades.
Les dejo una encuesta sobre trabajo, para responder. Muchas gracias!!
Saludos
Dra. Judith Steinberg